Inici » Cannabinoides y diabetes: ¿aliados o enemigos?

Cannabinoides y diabetes: ¿aliados o enemigos?

by vivirtusalud
0 comment
personas paradas alrededor de una planta de marihuana con una planta en el medio y una persona sosteniendo un teléfono celular, Ella Guru, ilustración de alto detalle, una ilustración de, lyco art

El cannabis y sus compuestos orgánicos

El término cannabis se utiliza para referirse a una planta conocida, así como a preparaciones derivadas de ella que se consumen de diversas formas, especialmente fumadas, y que poseen propiedades estupefacientes o terapéuticas. Esta planta, cuyo nombre científico es Cannabis sativa, produce en sus tricomas una variedad de compuestos orgánicos defensivos conocidos como cannabinoides. Estos cannabinoides se diferencian de otras moléculas producidas por animales (endocannabinoides) o sintetizadas en laboratorio (cannabinoides sintéticos), y se denominan específicamente fitocannabinoides. Aunque la planta fabrica numerosos fitocannabinoides, solo se han estudiado algunos de ellos. Los más destacados son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), que son los más abundantes en la planta. El THC es responsable de los efectos psicotrópicos del cannabis, así como de estimular el apetito y tener propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Por otro lado, el CBD también tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y a diferencia del THC, no tiene propiedades psicotrópicas.

El sistema endocannabinoide: una red de señalización interna

La investigación sobre los mecanismos por los cuales el cannabis ejerce sus efectos psicotrópicos en los seres humanos llevó al descubrimiento de los receptores cannabinoides en los años 90. Estos receptores, denominados CB1 y CB2, forman parte de una familia de receptores transmembrana conocidos como GPCR. Se encuentran en las membranas de muchas células de nuestro organismo, tanto en las membranas plasmáticas como en las mitocondrias. Aunque el THC del cannabis tiene la capacidad de activar estos receptores y desencadenar una respuesta molecular similar a la de los endocannabinoides naturales, CB1 y CB2 no son parte de un sistema natural de respuesta a los fitocannabinoides, sino que forman parte de un sistema de señalización interna entre células que tiene múltiples funciones. Este sistema se conoce como sistema endocannabinoide y está compuesto, además de los receptores CB1 y CB2, por los endocannabinoides, que son las sustancias endógenas que activan de forma natural los receptores CB1 y CB2, y por las enzimas implicadas en la síntesis y degradación de los endocannabinoides. La función del sistema endocannabinoide en nuestro organismo es homeostática o moduladora, es decir, regula la magnitud de otros procesos de señalización entre células para evitar efectos dañinos, asegurar una retroalimentación negativa adecuada y garantizar una comunicación efectiva entre células.

El sistema endocannabinoide y el control glucémico

Además de su función moduladora de la señalización celular, el sistema endocannabinoide también controla el metabolismo de la glucosa. Lo hace mediante la inducción de la secreción de insulina pancreática, la disminución del aclaramiento de insulina hepática y el aumento de la lipogénesis inducida por la insulina en el hígado y el músculo esquelético. Esto significa que el sistema endocannabinoide desempeña un papel importante en el control de los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, la activación excesiva de este sistema, por ejemplo, a través del consumo de cannabis, puede interferir con el control glucémico normal y tener consecuencias negativas en personas con diabetes. Estudios científicos han demostrado que el consumo de cannabis está asociado con un mayor riesgo de cetoacidosis diabética en personas con diabetes tipo 1, así como con un mayor riesgo de complicaciones en personas con diabetes tipo 2, como enfermedades cardiovasculares y enfermedades renales. Además, el consumo crónico de cannabis puede provocar resistencia a la insulina y aumento de la adiposidad visceral, lo que empeora el control glucémico y dificulta el manejo de la diabetes. Por lo tanto, en personas con diabetes, el uso regular de cannabinoides está desaconsejado.

El uso terapéutico de cannabinoides en el tratamiento de la diabetes

Aunque el consumo de cannabis como tal puede ser perjudicial para personas con diabetes, ciertos compuestos derivados del cannabis, como el THC y el CBD, han demostrado tener propiedades terapéuticas. Es importante destacar que el consumo de cannabis en sí mismo no induce diabetes, pero puede empeorar el control glucémico y las complicaciones relacionadas con la diabetes en personas que ya tienen la enfermedad. Sin embargo, existen fármacos basados en cannabinoides que se están investigando en ensayos clínicos y que podrían tener potencial para el tratamiento de la diabetes. Por ejemplo, los bloqueadores periféricos de los receptores CB1 han demostrado ser eficaces para disminuir el peso y mejorar el perfil metabólico en personas con obesidad y diabetes. Aunque estos fármacos aún no están disponibles comercialmente, se espera que en el futuro formen parte del arsenal terapéutico contra la diabetes. Además, el CBD, por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, también podría tener un potencial terapéutico en el manejo de la diabetes. Sin embargo, se necesitan más estudios clínicos para evaluar su eficacia con mayor precisión y determinar si puede ser útil en el tratamiento de esta enfermedad.

You may also like

Utilizamos cookies, al aceptar permites su uso.   
Privacidad