En lo que a cuidado de la piel respecta, ¿eres de las que siguen una rutina específica o cuidas tu piel de forma puntual?
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Cuántas veces nos habrán insistido nuestras madres, tías y abuelas de la importancia de cuidarse la piel y en cuántas ocasiones habremos mirado hacia un lado. Ahora, cuando sentimos la piel apagada, sin luminosidad, deshidratada e incluso con sensación de fatiga, desearíamos haber prestado más atención a sus consejos. El cuidado facial es fundamental para mantener la piel no sólo radiante, sino también saludable. Sin embargo, debemos saber que no todas las pieles son iguales y por ello cada una necesita un enfoque diferente: desde tratamientos en cabina que den respuesta a necesidades específicas a cremas de farmacia que podamos incluir en nuestra rutina facial diaria.
Además, en otoño, «la piel suele mostrar los efectos de la exposición excesiva al sol en verano y los cambios climáticos de la temperatura más fría», explica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. Por su parte, Natalia Abellán, directora técnica de Ambari añade que la piel también puede presentar manchas, «consecuencia de la sobreexposición al sol durante el pasado verano. Por ello, es esencial incluir en nuestra rutina de cuidado facial productos que contengan hidroxiácidos –como el ácido glicólico, el ácido salicílico, el ácido fítico o el ácido láctico– para tratar de despertar la piel y combatir las manchas. ¿Y qué mejor que hacerlo con una crema de farmacia que de respuesta a las necesidades de nuestra piel en cada momento?
¿Por qué deberíamos comprar nuestros cosméticos y cremas en una farmacia?
Por lo general, las cremas de farmacia ofrecen efectividad y seguridad gracias a que son sometidas a rigurosos ensayos clínicos y a pruebas de seguridad, lo que nos deja ver que los ingredientes y activos que se emplean se han evaluado con detenimiento con el fin de dar una respuesta a las necesidades de cada piel. Al mismo tiempo, las cremas de farmacia contienen ingredientes activos de alta calidad en concentraciones efectivas así como garantía de autenticidad, algo que es fundamental para no caer en engaños y estar adquiriendo productos que no sean auténticos.
Pero, entre los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de optar por una crema de farmacia está el hecho de que, cuando visitamos una farmacia, los farmacéuticos y dermatólogos pueden asesorarnos respondiendo a todas nuestras dudas, analizando nuestra piel y brindando las mejores soluciones a nuestro tipo de piel –o sus necesidades en ese momento–. «Existen varios motivos para comprar nuestra rutina de belleza en una farmacia, entre las que podemos destacar el asesoramiento. No todas las pieles son iguales e incluso a veces pueden estar sometidas a distintas afecciones. El farmacéutico conoce la composición y es experto en el cuidado de la piel en función de los ingredientes del producto, de ahí que siempre pueda ofrecernos la opción más adecuada a cada caso. El contar con un profesional que respalde la elección en función de una necesidad concreta ya es, en parte, una garantía de éxito en el resultado del tratamiento», cuenta Lucía Altozano, nueva titular de SKINPHARMACY Jorge Juan 34.
¿Cuáles son los tipos de piel más frecuentes?
La piel seca
La piel normal
La piel grasa
La piel mixta
«El porcentaje del ingrediente principal sería otra opción para escoger los productos de farmacia, especialmente a determinadas edades o frente a problemas concretos. Las cremas de farmacia por lo general cuentan con un porcentaje más elevado del activo principal pudiendo ser clasificados en muchos casos como cosmecéutica, que se diferencia principalmente de la cosmética por tener la capacidad de trabajar desde el interior y no solo en la superficie», añade Altozano.
Mientras que las pieles normales requieren de una hidratación equilibrada y protección solar para mantener su salud y vitalidad, las pieles grasas necesitan productos que ayuden a controlar la producción de aceite, eliminen el exceso de grasa y minimicen los poros. Por ello, lo ideal sería optar por productos que contengan ácido salicílico, niacinamida y extracto de hamamelis. Para las pieles secas, incluiremos cremas faciales ricas en ceramidas, aceite de rosa mosqueta y glicerina para ayudarnos a retener la humedad y restaurar la barrera cutánea. Y, en el caso de que tu piel sea mixta, debes tener en cuenta que hay que utilizar productos específicos para cada zona –geles ligeros para la zona T y cremas ricas para la zona de las mejillas– que ayuden a equilibrar la hidratación y controlar el exceso de grasa en la zona T.
5 cremas de farmacia eficaces para el cuidado de la piel
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