Introducción
La nicotina es una de las sustancias legales más dañinas y ampliamente disponibles en todo el mundo. Es adictiva y perjudicial tanto para los fumadores como para las personas expuestas pasivamente al humo del tabaco, especialmente a los niños. Si deseas abandonar el hábito de fumar, pero no sabes por dónde empezar, elabora un plan estructurado.
Decidir abandonar el hábito de fumar puede ser un reto, pero con la determinación, preparación y soporte adecuados, es posible hacerlo con éxito.
Pasos
1. Decidir abandonar el hábito
Reflexiona sobre si deseas dejar de fumar y considera si una vida sin tabaco es más atractiva que tu vida actual como fumador.
Pregúntate cómo el tabaco afecta a tu salud, apariencia, estilo de vida ya tus seres queridos y si estas áreas mejorarían con el abandono del tabaco.
Elabora una lista de todas las razones que te impulsan a abandonar el tabaco y prepárate para los síntomas de abstinencia de la nicotina.
2. Elaborar un plan para abandonar el hábito
Elegir una fecha para iniciar el plan y seleccionar un método son pasos clave en ese proceso.
Prepararse para el deseo de fumar es también importante y tener un plan de acción para afrontar estas situaciones puede ser útil.
3. Poner en práctica el plan
Preparar el entorno, pedir apoyo a los seres queridos y prepararse para los posibles factores desencadenantes son importantes pasos para conseguir el éxito en este viaje.
4. Utilizar ayudas para abandonar el hábito de fumar
Considerar el uso de cigarrillos electrónicos, buscar ayuda profesional o recurrir a la terapia de reemplazo de nicotina son opciones a tener en cuenta para facilitar el proceso de abandono del tabaco.
Consejos y Precauciones
Es importante buscar el soporte adecuado y entender que abandonar el hábito de fumar puede ser un proceso dificultoso, pero con el soporte adecuado es posible.
Debe tenerse en cuenta que el abandono del tabaco puede aumentar la calidad de vida y la salud tanto propia como de las personas que rodean al fumador, especialmente a los niños.
El uso de cigarrillos electrónicos o las ayudas profesionales deben ser consideradas con precaución y siempre bajo la supervisión y consejo de un profesional de la salud.