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Explorar estrategias para reforzar o mantener los niveles de GSH dentro de las células revela una vía prometedora para la neuroprotección. Al mejorar la reserva de GSH, se puede reforzar el mecanismo de defensa celular para combatir eficazmente las agresiones oxidativas.
Introducción
En el ámbito de los trastornos neurodegenerativos, la batalla contra el estrés oxidativo y el agotamiento del glutatión (GSH) ha sido un desafío de larga data. Estos factores son fundamentales en la aparición y progresión de diversas afecciones neurológicas devastadoras.La esencia de la neuroprotección
La intrincada danza entre el estrés oxidativo y el agotamiento de GSH a menudo conduce a daño celular y, en última instancia, a la muerte celular. La disfunción mitocondrial desencadena la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS), que causan estragos en componentes celulares como proteínas, lípidos y ADN.El papel del glutatión
En medio de este caos, GSH emerge como un guardián crítico, eliminando ROS para evitar daños mayores. Cuando los niveles de GSH caen en picado, la defensa celular se debilita, lo que hace que las células sean más susceptibles al daño oxidativo.Soluciones innovadoras para la neuroprotección
La importancia de lo inmunocal en la neuroprotección
- Mejora la síntesis de GSH
- Protege contra el daño oxidativo
- Soporta la función mitocondrial
- Reduce el daño celular
- Favorece la supervivencia neuronal