El dilema del insomnio
Casi una tercera parte de los adultos en el mundo afirman que a veces tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos. Si eres uno de ellos, es posible que hayas probado medicamentos para dormir a fin de encontrar una tranquilidad temporal.
La variedad de opciones
En la actualidad, existen diversas alternativas para tratar el insomnio, desde pastillas de prescripción hasta suplementos y medicamentos de venta libre. Los fármacos de prescripción incluyen el suvorexant (comercializado como Belsomra) y el ramelteon (Rozerem), aprobados específicamente para dormir. Además, los médicos también pueden recetar fármacos como el antidepresivo mirtazapina (Remeron) para el insomnio, a pesar de no estar aprobado para este fin. Asimismo, los antihistamínicos de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl) o la doxilamina (Unisom), también pueden funcionar como sedantes.
Riesgos y recomendaciones
Aunque la gama de opciones para tratar el insomnio es amplia, es importante tener en cuenta que todos los somníferos conllevan riesgos, como la somnolencia diurna y la posibilidad de adicción. Por esta razón, los expertos recomiendan limitar su uso a situaciones puntuales y bajo supervisión médica.
Consideraciones importantes
Antes de recurrir a pastillas para dormir, es fundamental consultar a un profesional de la salud. El médico podrá evaluar la situación y determinar la duración adecuada del tratamiento. Si el insomnio persiste después de un mes de uso, es crucial buscar alternativas o investigar posibles causas subyacentes que puedan estar afectando la calidad del sueño.
Abordando la dependencia
El uso prolongado de pastillas para dormir puede generar dependencia, lo que lleva a un aumento en la dosis para lograr el mismo efecto. Es fundamental seguir un enfoque gradual y estratégico al dejar de consumirlas, preferiblemente con la orientación de un profesional de la salud. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) también puede ser una alternativa duradera y efectiva para abordar las causas subyacentes del insomnio.
Considerando alternativas
Además de los medicamentos, es esencial considerar otras estrategias para mejorar la calidad del sueño, como la terapia cognitivo-conductual, la creación de hábitos saludables a la hora de acostarse y la evitación de factores que puedan afectar el descanso, como el consumo de alcohol o el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
