Un estudio alerta de posibles sobredosis o toxicidad por interacción de cannabinoides y medicamentos
El cannabis medicinal se ha convertido en una opción terapéutica para muchas personas que sufren de diversas patologías. Sin embargo, su uso simultáneo con otros fármacos puede suponer un peligro importante para la salud del paciente, como una sobredosis involuntaria o una reacción adversa grave, según un estudio de la Universidad Estatal de Washington (EE.UU.).
La investigación, que se ha publicado en la revista ‘Drug Metabolism and Disposition’, ha examinado los cannabinoides y sus metabolitos principales que se hallan en la sangre de los usuarios de cannabis, y hallaron que interfieren con dos familias de enzimas que ayudan a procesar una gran variedad de fármacos prescritos para diferentes condiciones.
De este modo, los beneficios de los fármacos pueden reducirse o sus perjuicios pueden incrementarse con una acumulación excesiva en el organismo, provocando efectos no deseados como toxicidad o sobredosis accidental. Por eso, los investigadores han aconsejado tener cuidado al consumir cannabis con otros fármacos prescritos.
Los cannabinoides afectan al metabolismo de los fármacos
El autor principal del estudio, Philip Lazarus, ha afirmado que «los médicos deben ser conscientes de la posibilidad de toxicidad o falta de respuesta cuando los pacientes usan cannabinoides. Una cosa es si eres joven y saludable y fumas cannabis de vez en cuando, pero para las personas mayores que usan medicamentos, tomar CBD o marihuana medicinal puede afectar negativamente su tratamiento».
Los resultados se han descrito en dos estudios. Uno de ellos se ha enfocado en una familia de enzimas conocidas como citocromo P450 (CYP), mientras que el otro analizó las UDP-glucuronosiltransferasas (UGT), otra familia de enzimas. Juntas, estas dos familias de enzimas ayudan a metabolizar y eliminar más del 70 por ciento de los fármacos de uso más común del organismo, según los investigadores.
Este estudio ofrece información sobre los tres cannabinoides más abundantes: tetrahidrocannabinol (THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN). «Los cannabinoides permanecen en su cuerpo solo unos 30 minutos antes de que se descompongan rápidamente. Los metabolitos que resultan de ese proceso permanecen en su cuerpo durante mucho más tiempo, hasta 14 días, y en concentraciones más altas que los cannabinoides y se han pasado por alto en estudios anteriores, por lo que pensamos que deberíamos centrarnos en ellos también», ha comentado la autora principal, Shamema Nasrin.
Los investigadores utilizaron células renales humanas manipuladas que les permitieron observar una sola enzima a la vez y validaron sus resultados en muestras de hígado y riñón humanos en las que estaban presentes muchas de estas enzimas. Así pues, han descubierto que los cannabinoides y los metabolitos principales del THC inhibían fuertemente varias enzimas CYP. Un hallazgo clave fue que uno de los metabolitos de THC más abundantes, llamado THC-COO-Gluc, que no se había estudiado previamente en este contexto, parece desempeñar un papel importante en la inhibición de varias enzimas clave en el hígado.
El CBD es el más inhibidor de las enzimas UGT
Al observar la familia de enzimas UGT, los investigadores encontraron que los tres cannabinoides, pero especialmente el CBD, inhibían dos de las enzimas UGT primarias presentes en el hígado. También se descubrió que el CBD bloquea tres enzimas que representan aproximadamente el 95 por ciento del metabolismo UGT renal.
Estos hallazgos sugieren que el uso de cannabis medicinal puede afectar al metabolismo de muchos fármacos, como los anticoagulantes, los antiepilépticos, los antiinflamatorios, los antidepresivos, los antibióticos, los antivirales, los antifúngicos, los antidiabéticos, los antihistamínicos, los antipsicóticos, los opioides y los esteroides, entre otros.
Por lo tanto, se recomienda consultar con el médico antes de consumir cannabis medicinal si se está tomando algún otro fármaco, y realizar un seguimiento periódico de los niveles de los fármacos en sangre para evitar posibles sobredosis o toxicidad.